Los filtros de agua para el hogar son cada vez más populares. ¿Son una necesidad o solo un lujo?
A continuación, te comparto 6 razones por las que debes considerar la compra de un filtro para tu agua potable:
1. Contaminantes invisibles
El agua que sale del grifo de la cocina se ve limpia y clara. Pero, ¿has pensado si en verdad esto es así?
Si el agua proviene de un suministro público, primero, se desinfecta en la planta de tratamiento de agua. Eso es bueno. Pero, luego, fluye a través de kilómetros de tuberías antes de llegar a tu casa. A lo largo de ese trayecto puede recoger contaminantes, como pesticidas y escorrentías industriales.
Lo mismo ocurre con el agua de pozo. Puede tener un aspecto y un sabor limpios, pero lo cierto es que tiene niveles peligrosos de contaminantes.
Y si tienes una casa que fue construida antes de 1986, hay una alta probabilidad de que tenga tuberías de plomo o accesorios con soldadura de plomo. El plomo puede filtrarse en el agua y provocar envenenamiento por plomo.
2. Compuestos perfluorados (PFC)
El agua potable puede contener muchos contaminantes, pero los compuestos perfluorados (PFC) han estado en las noticias en los últimos años.
Según un artículo del Grupo de Trabajo Ambiental (EWG):
Los suministros de agua potable que sirven a más de 5.2 millones de estadounidenses pueden estar contaminados con dos sustancias químicas perfluoradas (PFC) a niveles más altos de los que la Agencia de Protección Ambiental considera seguros, según un análisis del EWG de los datos de prueba de la EPA.
La contaminación por PFC proviene de plantas industriales, bases militares, aeropuertos y plantas de tratamiento de aguas residuales. Los aeropuertos militares y civiles utilizan muchas espumas antiincendios que contienen PFC. Cuando lavan la espuma, la escorrentía llega al agua subterránea y la contamina.
Estas sustancias químicas causan retrasos en el desarrollo de los niños, problemas de fertilidad, cambios en el sistema inmunológico y ciertos cánceres.
La ósmosis inversa y los filtros de carbón activado —granulado o en bloque— son los mejores métodos para eliminar los PFC del agua.
3. Fluoruro
Muchas ciudades en los Estados Unidos han estado agregando flúor al suministro de agua durante décadas, como una forma de combatir las caries.
Sin embargo, esta práctica ha sido cuestionada, ya que investigaciones recientes han determinado que el consumo de flúor puede causar muchos problemas de salud.
Los niños pequeños son muy vulnerables. La Asociación Dental Americana recomienda no usar agua fluorada para hacer fórmula debido al riesgo de fluorosis dental.
4. Cloro
Es cierto que el cloro desinfecta el suministro de agua, y eso es importante; sin embargo, no quieres beberlo. Según un artículo de la revista Scientific American: «Los investigadores han relacionado el cloro en el agua potable con mayores incidencias de cáncer de vejiga, rectal y de mama».
La forma más fácil de eliminar el cloro del agua es usando un filtro a base de carbón.
¡Y no te olvides de tu ducha! Tu piel absorbe el cloro y otros contaminantes del agua. Si quieres proteger tu piel y tu cabello, considera instalar un filtro para la ducha en tu baño.
5. Sabor
Incluso si el agua no tiene flúor u otros contaminantes, a veces sabe mal. Es difícil motivarse a beber 8 vasos de agua al día si tiene un sabor y un olor desagradables.
Lo cierto es que el agua de mal sabor hace que el café, el té o cualquier otra cosa que prepares con agua tenga mal sabor.
Si lo único que te preocupa es el sabor, puedes utilizar un filtro de carbón barato, como una jarra Brita. O, para mayor comodidad, puedes comprar un filtro de carbón en bloque para el fregadero.
6. El agua embotellada no es tan buena como crees
Las plantas de agua embotellada no tienen los mismos requisitos de seguridad que los suministros de agua municipal. Por ejemplo, no tienen que hacer pruebas para detectar bacterias coliformes con la misma frecuencia que las plantas de agua de la ciudad.
El agua de la ciudad debe ser desinfectada y filtrada para eliminar los patógenos; el agua embotellada no pasa por ese proceso.
El agua de la ciudad debe ser analizada para detectar los virus de cryptosporidium y giardia; el agua embotellada no es sometida a ese análisis.
Aunque no escuches acerca de los brotes de agua embotellada, estos suceden. Los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) tienen una lista de 14 brotes asociados con el agua embotellada durante los últimos 20 años.
Todos ellos causaron enfermedades gastrointestinales agudas provocadas por bacterias, sustancias químicas o «agentes no identificados».
Si te preocupa el flúor o el cloro en tu agua, no asumas que el agua embotellada es la respuesta. Si proviene de una fuente de agua municipal, podría contener esos contaminantes.
Por otro lado, el agua embotellada es costosa y perjudicial para el medioambiente. A pesar de todos los programas de reciclaje, cerca de 2/3 de las botellas de agua usadas terminan en los vertederos y en el océano.
Una mejor idea es filtrar el agua y llevarla contigo en una botella reutilizable no tóxica. Hay muchas más razones para filtrar tu agua potable, pero estas 6 deberían ser suficientes para convencer a cualquiera.
¿Y qué hay de ti? ¿Utilizas un filtro de agua? Si no, ¿por qué no? Hazme saber tu opinión en los comentarios que aparecen a continuación.