¿Alguna vez has tomado agua directo de un manantial de montaña? No hay nada más refrescante.
¿Qué tal si el agua del grifo pudiera saber tan bien? La realidad es que nunca lo hace. De hecho, a veces tiene un sabor más bien horrible.
¿Y por qué el agua del grifo tiene que tener un gusto tan repugnante a veces, de todos modos? ¿Y qué puedes hacer al respecto?
Los malos olores y sabores del agua tienen varias causas. Puede ser la fontanería o los productos químicos utilizados para tratar el agua. O ciertos contaminantes que en algún momento se infiltraron en el vital líquido.
¿Alguna de estas quejas te suena familiar?
Mi agua huele a cloro
Si tu agua tiene un olor distintivo a cloro, casi puedo predecir que el tuyo es el suministro típico de ciudad. Los servicios de agua municipales siempre tratan el agua con cloro o cloramina para matar las bacterias.
Lo deseable es que las autoridades competentes desinfecten el agua. Pero el efecto colateral es que sale oliendo a cloro.
Mi agua tiene un gusto metálico
Los metales como el hierro, el plomo, el arsénico y el mercurio pueden filtrarse en el agua y hacer que tenga un sabor desagradable. Las trazas de la mayoría de estos metales no te harán daño.
Sin embargo, una pequeña cantidad de plomo sí es peligrosa para la salud de cualquiera.
Mi agua huele a pescado
El agua del océano huela a pescado es una cosa. ¿Pero agua potable con olor a pescado? No, gracias.
Un efluvio a pescado significa que con toda probabilidad hay algún tipo de componente orgánico disolviéndose en la fuente de agua. La mayoría de las veces, no reviste ningún peligro para quien la utiliza. ¡Pero seguro que el olor no es grato!
Mi agua tiene un sabor a moho
A veces el agua puede tener un regusto que recuerda el moho o ambientes húmedos. La causa es la proliferación de algas; esto sucede por lo general en verano, cuando el calor y el sol hacen que las algas proliferen en la superficie de los embalses y lagos.
Esta sensación se mete en el cuerpo de agua y puede persistir incluso después de pasar por la planta de tratamiento. Cuando el clima se enfría, el sabor a moho se desvanece; mientras tanto, el líquido pues… ¡tiene un sabor pavoroso!
Mi agua huele a perro mojado
¡Aj, qué asco! ¿Cabe imaginar algo peor? ¿Qué es lo que puede causar esto?
Puede ser una de varias cosas. La mayoría de las veces este olor nauseabundo proviene de las tuberías de agua caliente o de las colonias de bacterias presentes en pozos residenciales.
Otra posible causa son los productos químicos para el tratamiento del agua.
Mi agua tiene un sabor salado
No, no se supone que el agua que te llega deba tener un sabor salado. Si lo tiene en efecto, puede significar que el cloruro o el sulfato del drenaje de irrigación o de los desechos industriales se han infiltrado en ella.
Cerca de la costa, el agua de mar a veces penetra en el suministro local y le da un gusto salobre. Dependiendo de donde vivas, también puede haber sales naturales en el suelo o en las rocas que llegan al agua subterránea.
Mi agua huele a huevos podridos
Es el sulfuro de hidrógeno gaseoso disuelto en el agua el que causa ese desagradable olor a huevos podridos. Puede ser causado por reacciones químicas en el suelo o las rocas, o por la descomposición de compuestos orgánicos.
De ordinario sólo ocurre con agua de pozo.
¿Qué puedo hacer con el agua de mal sabor?
Si el agua que recibes tiene un sabor u olor “raro”, lo primero que debes hacer es tratar de identificar la causa.
Puedes hacer que un profesional analice tu agua o conseguir un kit de análisis para uso doméstico si quieres determinar tú mismo(a) los contaminantes específicos que están causando el problema.
Por supuesto, no necesitas que te analicen el agua para saber que tiene mal sabor u olor. Puedes ir derecho a la solución: obtener un filtro de agua que sea de alta calidad.
Un buen filtro le dará un agua con un sabor grato, libre de olores. Y eso no es todo: tendrás la tranquilidad de saber que no estás introduciendo toxinas en tu organismo cada vez que tomas un sorbo de agua.
Así que búscate un buen filtro, y no tendrás que soportar olores o sabores extraños en tu suministro de agua. ¡Ni tendrás que irte de excursión a un arroyo de montaña para encontrar agua buena!