¿Has pensado alguna vez en los efectos que el agua de la ducha puede tener en tu salud? Cuando piensas en el tema de la filtración del agua, tiendes a pensar sólo en el agua que bebes.
Mucha gente consciente de su salud tiene cuidado de filtrar el agua que usan para beber y cocinar. Pero en muchos casos, ducharse con agua no filtrada puede ser tan dañino, si no peor, que beber agua no filtrada.
Por eso quiero hablarte de los filtros para la ducha. Esto es un tema crítico, tanto si dependes del suministro de agua de un organismo público o si tu vivienda tiene un pozo privado que está tratado con cloro.
No se trata sólo de que te libres del mal olor al ducharte, aunque esa es en verdad una buena razón para usar un filtro. La cuestión es que tener este dispositivo en la ducha puede proteger tu salud, y eso es lo más importante.
En este artículo aprenderás acerca de tres problemas relacionados con la salud, causados por bañarse con agua sin filtrar. No se trata de asustarte sin necesidad, sino de hacerte más consciente para que puedas hacer algo al respecto.
La buena noticia es que hay una solución simple y económica.
Problema 1: piel y cabello secos
El cloro es en verdad útil para eliminar los patógenos como las bacterias y los virus en el agua. La otra cara de la moneda es que puede tener una cantidad de efectos adversos en tu piel y cabello cuando te bañas.
Para empezar, elimina los aceites naturales que produce la piel, dejándola seca y tirante; y también seca el cabello. Además, si tienes una condición de la piel como eccema o dermatitis, el cloro del agua puede irritarla y empeorarla.
Instalar un filtro para la ducha que elimine el cloro puede hacer una gran diferencia en el aspecto y la sensación de tu piel y cabello.
Problema 2: aumento del riesgo de ciertos tipos de cáncer
¡Espera…! ¿Que el agua de la ducha sin filtrar puede causar cáncer? Alarmante, ¿verdad?
El culpable es de nuevo el cloro que se usa para desinfectar el agua. Aquí está el porqué.
El cloro y otros agentes desinfectantes reaccionan con la materia orgánica e inorgánica del agua para formar sustancias químicas llamadas trihalometanos (THMs). Estos THMs están asociados con el cáncer colorrectal y de vejiga en seres humanos.
Un estudio publicado en la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos de los Institutos Nacionales de la Salud (NIH, por sus siglas en inglés) comparó el nivel de THMs en la sangre cuando la gente bebía, se duchaba o se bañaba en la tina con agua del grifo.
Los niveles más altos se registraron en las personas que se duchaban en el agua y los niveles más bajos en aquellas que sólo bebían el agua.
Los resultados de este estudio indican que las actividades domésticas como bañarse y ducharse son rutas importantes para la exposición humana a los THMs. Uno de los THMs más comunes es el cloroformo, el cual es un conocido agente carcinógeno.
En general, los estudios de cohorte y de control de casos encontraron una relación entre la exposición al agua clorada y el riesgo de algunos tipos de cáncer, en particular de la vejiga urinaria y el recto y del colon.
Dos estudios reportaron cambios en las concentraciones de cloroformo en la sangre como resultado del uso del agua en el hogar, incluyendo el uso de la ducha, el baño y el lavado de platos a mano…
La ingestión de agua potable causó poca elevación en los niveles de cloroformo en la sangre; sin embargo, el uso de agua caliente durante la ducha, el baño y el lavado de platos a mano causó picos significativos en las concentraciones de cloroformo en la sangre.
La absorción dérmica del cloroformo se ve afectada por la temperatura del agua durante el baño.
Hay que reconocer que el riesgo no es muy alto y que hay otros factores que pueden aumentar el riesgo de cáncer como la dieta y los antecedentes familiares. Pero, ¿para qué exponerse cuando se puede eliminar con toda facilidad un riesgo identificado?
Problema 3: mala calidad del aire interior
Si eres como la mayoría de la gente, te gusta que el agua de la ducha esté caliente. Pero eso presenta dos problemas.
Primero, el calor hace que tus poros se abran, y eso facilita que tu piel absorba los contaminantes del agua. Segundo, el calor convierte el agua en vapor y, ¿adivina qué?
Los químicos están en ese vapor de agua sin filtrar, y eso lo respiras. Cada vez que inhalas, esos químicos van a tus pulmones, donde son absorbidos directo en el torrente sanguíneo.
Y no sólo respiras esos contaminantes mientras estás en la ducha, sino que esas sustancias tóxicas se abren paso al aire del resto de tu casa. Puedes evitar parte del problema tomando sólo duchas frías pero, ¿quién quiere hacer eso?
La solución: un filtro para la ducha
La solución para estos problemas potenciales es en verdad simple. Todo lo que tienes que hacer es instalar un filtro para la cabeza de la ducha en tu baño.
Un filtro para la ducha puede eliminar o reducir los contaminantes como el cloro antes de que el agua salga de la regadera. Son fáciles de instalar y no cuestan mucho.
Puedes obtener un filtro para ducha de buena calidad por menos de 100 euros. Sólo tienes que desenroscar la cabeza de la regadera que usas, acoplar el filtro en la tubería y luego volver a enroscar el cabezal en el filtro. ¡Listo!
En el mercado hay bastantes filtros para ducha, unos más efectivos que otros.
Y, ¿qué hay de ti? ¿Alguna vez has usado un filtro para la ducha? ¿Notaste alguna diferencia en tu piel y cabello?