Los compuestos orgánicos volátiles, o COVs para abreviar, son algunas de las formas de contaminación del aire menos comprendidas. Y causan efectos muy graves graves sobre la salud humana.
Muchas personas, cuando escuchan el término “compuestos orgánicos volátiles”, piensan de inmediato en pinturas y barnices. Y se debe a que muchos de estos productos se venden en gran medida a los consumidores como productos con “bajo COV”, más adecuados para la calidad del aire interior.
Sin embargo, los COVs están más presentes en objetos dentro del hogar y al aire libre que de lo que crees. Que en tu casa no se sientan olores químicos no significa que esté libre de compuestos orgánicos volátiles.
Si bien es cierto que algunos productos emiten olores potentes de naturaleza química porque contienen altos niveles de COV, por desgracia algunas formas de esta sustancia orgánica no emiten ningún olor, lo que los hace aún más peligrosas.
Las altas concentraciones de COV, en especial aquellas que no huelen, son algunos de los peores contaminantes del aire que se pueden respirar. Se las conoce por provocar efectos negativos en la salud a corto y largo plazo.
El objetivo de este artículo es explicar todo lo que necesitas saber sobre los compuestos orgánicos volátiles, y cómo afectan la calidad del aire en espacios internos y en tu salud.
También obtendrás consejos sobre cómo reducir los niveles de COV para mejorar la calidad del aire que respiras en tu casa.
¿Qué son los COV?
Para entender qué son los compuestos orgánicos volátiles, primero hay que saber qué es un compuesto orgánico.
Los compuestos orgánicos son sustancias químicas que contienen carbono y se encuentran en todos los seres vivos.
Lo que hace que un producto químico sea un compuesto orgánico “volátil” es el hecho de que puede convertirse fácilmente en vapor o gas y pasar al aire que respiras a temperatura ambiente.
Los COV son especialmente problemáticos para la salud humana porque simplemente no vienen y se van cuando se utiliza un producto que los contiene.
Al contrario, los COV continúan liberándose a partir de ciertos sólidos y líquidos durante largos períodos de tiempo. Por desgracia, no hay cómo detener estas emisiones de COV o “efluentes gaseosos”: continuarán este proceso hasta que cada gramo o mililitro de esos compuestos se haya agotado.
Esta liberación de gases residuales es la razón por la cual los COVs tienen un impacto tan negativo en la calidad del aire y continúan siendo tan dañinos para tu bienestar.
Los COV, más comunes de lo que se cree
En la década de 1980, la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA, por sus siglas en inglés) llevó a cabo una Metodología de Estudio de Exposición Total (TEAM) para conocer cuáles eran los niveles de compuestos orgánicos volátiles dentro del hogar promedio.
Los resultados de la investigación fueron alarmantes.
El estudio de la EPA descubrió que alrededor de doce compuestos orgánicos contaminantes se encontraban dentro de la mayoría de los hogares, tanto en la ciudad como en áreas rurales. Estos niveles de COV resultaron de 2 a 5 veces más altos que los encontrados al aire libre.
Otro descubrimiento interesante del estudio TEAM encontró que estos niveles elevados de compuestos orgánicos volátiles permanecían en el aire mucho tiempo, aún después de que los productos que los contenían habían dejado de usarse.
Tras nuevas investigaciones, la EPA ahora establece que las concentraciones de compuestos orgánicos volátiles pueden resultar hasta 10 veces más altas dentro de las viviendas que fuera de ellas. Y son emitidas por miles de productos domésticos diferentes.
Las principales fuentes de COV
Cuando se trata de espacios interiores, hay muchos artículos domésticos que emiten compuestos orgánicos volátiles. Entre ellos se incluyen:
- Pinturas
- Tintes
- Barnices
- Ceras
- Colas y adhesivos
- Compuestos en aerosol
- Productos de limpieza
- Agentes desinfectantes
- Ambientadores
- Cosméticos
- Combustibles almacenados (como gasolina y querosén)
- Productos para automotores
- Pesticidas
- Ropa lavada en seco
- Limpiadores de telas
- Materiales de construcción
- Tabiquería de yeso
- Pisos de vinilo
- Mobiliario
- Tapicerías
- Alfombrados
- Plástico
- Dispositivos electrónicos
- Equipos de oficina (por ejemplo, impresoras y copiadoras)
Como puedes ver en la lista anterior, ningún hogar está a salvo en la práctica de la exposición a los COV. Existen demasiados productos que emiten estos contaminantes en tu residencia.
Una lista más detallada de los compuestos orgánicos volátiles en interiores, junto con sus nombres químicos y los productos donde tienen mayor presencia, puede encontrarse al final de este artículo.
Además, puedes conocer qué productos específicos de tu hogar pueden ponerlo en riesgo al revisar la base de datos de productos para el hogar del Departamento de Salud y Servicios Humanos de los Estados Unidos.
Esta base de datos enumera más de 18.000 productos para el hogar, lo que contienen y sus posibles efectos sobre la salud.
El impacto de los COV en tu salud
Al igual que cualquier otro contaminante atmosférico, la magnitud de los efectos sobre la salud a corto y largo plazo de los compuestos orgánicos volátiles variará en gran medida por la cantidad y duración de la exposición a ellos.
Los síntomas más notables y a corto plazo de los COV al afectar tu salud incluyen:
- Dolores de cabeza
- Náuseas
- Mareos
- Cansancio
- Vómitos
- Hemorragias nasales
- Dificultad para respirar o falta de aliento
- Pérdida de coordinación
- Irritación de ojos, nariz y garganta
- Reacciones alérgicas de la piel
- Deterioro de la visión
Los efectos a largo plazo de la exposición a los COV en la salud incluyen:
- Daño hepático
- Trastornos renales
- Cáncer
- Deterioro de la memoria
- Pérdida visual
- Daño al sistema nervioso central, que causan cambios de conducta
Cómo eliminar los COV del aire
Así pues, la mayoría de los hogares ya tiene compuestos orgánicos volátiles flotando en el aire. Pero hay algunas cosas que puedes hacer para reducir tu nivel de exposición.
Si sigues los siguientes consejos, puedes reducir el nivel de COV en el aire que respiras y mantener una vida más saludable.
#1 Compra productos con cero o bajo contenido de COV
Muchas compañías que manufacturan productos para el hogar ofrecen ahora alternativas ecológicas que contienen cero compuestos orgánicos volátiles o en bajas concentraciones.
Busca esta clasificación en las etiquetas de los productos cuando compres cualquier tipo de agente limpiador, pintura, adhesivo u otro artículo listado en la sección “Las principales fuentes principales de COV” expuesta arriba.
Este simple paso puede reducir drásticamente el nivel de COV en tu hogar.
#2 Sigue las instrucciones de la etiqueta
Cualquier producto que tenga COV, sin importar el nivel, se considera potencialmente peligroso. Por lo tanto, estos artículos siempre vienen con etiquetas de advertencia e instrucciones específicas que debes seguir para proteger tu salud.
Por ejemplo, si un producto recomienda que lo uses en un área bien ventilada junto con una mascarilla, hazlo así.
#3 Ventila lo más que puedas
Cuando se trabaja con productos que tienen COV, siempre es mejor utilizarlos al aire libre. Pero si no tienes esa opción, asegúrate de abrir tantas ventanas como sea posible y mantenerlas abiertas durante un largo período de tiempo después.
Si no es posible abrir las ventanas, el último recurso es usar el producto en una habitación donde haya un extractor. Esto al menos te dará algo de protección al ventilar los compuestos orgánicos volátiles que se liberan al exterior.
#4 No almacenes productos químicos y combustibles sin uso
Puede que te resulte difícil de creer, pero los compuestos orgánicos volátiles pueden escaparse fácilmente de los contenedores cerrados después de haber roto el sello. Los vapores de COV pueden filtrarse a través de la más pequeña fisura.
Por lo tanto, es mejor adquirir sólo los suministros que necesites para una tarea en específico y luego descartar el resto. Los productos comunes que se encuentran en muchas casas con fugas de COV incluyen pinturas, tintes, barnices, querosén y gasolina.
Si tienes que guardar este tipo de productos durante un período de tiempo prolongado, asegúrate de almacenarlos en áreas bien ventiladas o en lugares al aire libre, como en un cobertizo.
#5 Utiliza un purificador de aire
Aunque limitar el uso de productos domésticos que contienen compuestos orgánicos volátiles es una buena idea, en circunstancias normales nunca estarás 100% seguro todo el tiempo.
No importa lo que hagas, siempre habrá algún nivel de COV en el aire que respiras, a menos que utilices un purificador de aire. Los purificadores de aire son una de las mejores maneras de eliminar los COV del aire interior.
Estos aparatos funcionan al aspirar aire de la habitación y pasarlo a través de un filtro especial que atrapa los contaminantes suspendidos en la atmósfera.
La mayoría de los filtros renuevan el aire en una habitación entre 4 y 6 veces por hora. Esto es lo que mantiene el aire lo más fresco posible y libre de compuestos orgánicos volátiles.
La única cosa que tienes que verificar al comprar un purificador de aire es que incluya un filtro de carbón activado.
Otras modalidades, como el filtro HEPA (filtro de Alta Eficiencia para Partículas de Aire, por sus siglas en inglés), son excelentes para eliminar el polvo, el polen, las bacterias y el moho. Pero los filtros de carbón activado son los únicos que pueden capturar contaminantes gaseosos como los COV.
Otra ventaja de los filtros de carbón activado es que son excelentes para eliminar los olores persistentes en el hogar. Esto incluye olores de la cocina, tabaco, mascotas y otros factores en el hogar.
Los mejores dispositivos para purificar el aire son aquellos que, por su diseño, pueden eliminar el humo de tabaco, y que también son excelentes para erradicar COVs y otros olores indeseables.
Algunos de ellos utilizan sistemas de purificación de aire de seis etapas. Otros almacenan más de 6 kilogramos de carbón activado que permiten mantener tu hogar con el olor más fresco posible. Así que echa un vistazo.
#6 Controla el clima interior
Otra forma de eliminar los COV del aire interior es mantener los niveles de humedad relativa. Los niveles óptimos de humedad relativa para la salud y el confort en espacios interiores se sitúan entre el 35 y el 50%.
Si es mayor, provocará la emisión de gases residuales de los COV a mayor velocidad.
Un beneficio adicional de mantener la humedad relativa por debajo del 50% es que previene los ácaros del polvo, el crecimiento de moho y hongos, e inhibe la formación de algunas bacterias dentro de la casa.
La mejor manera de saber cuáles son los niveles de humedad relativa en tu residencia es usar un instrumento sencillo llamado higrómetro. Este dispositivo mide la cantidad de agua en el aire en términos de humedad relativa.
Puedes comprar uno online o en tiendas locales de mejoras para el hogar, a precios bastante razonables.
Con suerte, una lectura inicial del nivel de humedad puede indicar que tu casa se encuentra dentro del rango apropiado. Sin embargo, de no ser así, el porcentaje determinará lo que debes hacer a continuación.
Si la humedad relativa es demasiado alta, considera la compra de un deshumidificador. Este aparato trabaja para reducir la humedad en el aire.
Por el contrario, si la humedad relativa es demasiado baja, preferirás instalar un humidificador. Los humidificadores añaden humedad al aire para elevarla a los niveles ideales.
#7 Practica tácticas de Control Integrado de Plagas.
Si utilizas pesticidas rutinariamente como medida preventiva para controlar las plagas en espacios interiores, entonces te estás exponiendo con toda probabilidad a altos niveles de compuestos orgánicos volátiles.
Esto puede solucionarse fácilmente al tiempo que se mantienen alejadas las plagas. Una manera sencilla de eliminar los COV del aire es utilizar un método alternativo llamado Control Integrado de Plagas (CIP).
El CIP es un enfoque para el control de plagas sensible con el ambiente. Este sistema elimina las plagas al minimizar las condiciones que necesitan para sobrevivir (agua, alimentos y refugio).
Las técnicas de CIP protegen la salud humana y el medio ambiente. La práctica de enfoques holísticos como el CIP te permite erradicar los problemas de plagas sin necesidad de pesticidas.
Además, al seguir estas estrategias reduces la probabilidad de que las plagas retornen, porque sus condiciones de vida óptimas se han alterado. Los plaguicidas suelen ser sólo una solución temporal, mientras que los métodos de CIP tienen resultados a largo plazo.
Compuestos orgánicos volátiles comunes en espacios interiores
A continuación encontrarás una lista de los COV más comunes que puedes encontrar en tu hogar:
- Formaldehído: productos manufacturados de madera (OSB, madera contrachapada, MDF) y tableros de partículas, que se utilizan como materiales de construcción y ebanistería (escritorios, estanterías, armarios, etc.).
- Decano: derivados del petróleo como el queroseno.
- Butoxietanol: pinturas, recubrimientos superficiales, productos de limpieza para el hogar y el automóvil, cosméticos, soluciones de limpieza al seco, barnices, jabones líquidos y masillas.
- Benceno: humo de tabaco, pinturas, combustibles, detergentes, diluyentes, cera y pegamentos para muebles.
- Isopentano: cosméticos y productos para el cuidado personal (como cremas de afeitar, acondicionadores para el cabello y cremas limpiadoras).
- Limoneno: fragancias y artículos de limpieza que contienen aceite cítrico.
- Estireno: materiales de embalaje y aislamiento, fibra de vidrio, tuberías de plástico, piezas de automóviles y respaldos de alfombras.
- Xileno: pinturas para automóviles, abrillantadores e imprimantes, calafateadores, adhesivos epóxicos, abrillantadores para pisos, pesticidas y pinturas en aerosol.
- Percloroetileno (también conocido como tetracloroetileno): limpiadores de telas, adhesivos, quitamanchas, abrillantadores de zapatos y limpiadores de superficies duras domésticas.
- Cloruro de metileno: pinturas y decapantes, barnices, adhesivos y limpiadores de automóviles.
- Tolueno: adhesivos, diluyentes de pintura, pinturas en aerosol, limpiadores automotrices, pulidores y limpiadores de pisos y muebles, muebles de madera, revestimientos de paredes y compuestos impermeabilizantes.
- Cloruro de vinilo: plásticos de PVC, materiales de embalaje, tapicería de muebles, revestimientos de paredes y pisos, respaldo de alfombras, artículos para el hogar, partes automotrices y revestimientos de cables.
Para saber más sobre la contaminación del aire y cómo afecta tu salud, puedes revisar esta página sobre la calidad del aire aquí.