Pasas el dedo por encima de cualquier superficie o el piso de tu casa, y listo: detectas algo de polvo. No importa lo aplicado que seas limpiando, el polvo siempre regresa a tu casa.
Mira a tu alrededor y lo verás en todas partes: en los marcos de los cuadros, en los aparatos electrónicos, sobre las mesas, en los alféizares de las ventanas, en el suelo, incluso en el salpicadero de tu coche.
Si escudriñas el aire que te rodea con atención y a contraluz, es probable que veas partículas de polvo flotando en el aire. Pero, ¿qué es en realidad el polvo y de dónde procede? Abordaré esta cuestión más adelante.
Ten en cuenta que puedes reducir la mayoría de tus problemas con el polvo doméstico mediante la inversión en un purificador de aire. En esta guía gratuita aprenderás cómo usar un purificador de aire para reducir la presencia del polvo en tu hogar.
La verdad universal sobre el polvo
El tema del polvo puede que no parezca algo apasionante, pero el origen de sus partículas sí lo es, y una verdad universal. Tan pronto como desempolves una superficie, otra requerirá el mismo tratamiento.
El polvo genera problemas para quienes están expuestos a él. No sólo ofende la vista; el exceso de polvo puede causar irritación ocular, alergias y congestión nasal; también es la causa de que las enfermedades transmitidas por el aire se queden por más tiempo.
Deshacerte del polvo en el espacio que te rodea no siempre es fácil. Si lo fuera, entonces no habría tantos productos de limpieza por ahí prometiendo hacer un mejor trabajo que los demás.
El polvo, en toda su terca omnipresencia, es una sustancia transportada por el aire que nunca desaparece. Lo mejor que puedes hacer es aprender tácticas para reducir su aparición en tu entorno.
El misterio de los componentes del polvo
¿De dónde viene el polvo?
Según la National Public Radio (NPR), el polvo puede estar compuesto de varias cosas. Desde células muertas de la piel (humana y de los animales), migajas de alimentos, polen y hasta partículas de rocas espaciales.
La ubicación del polvo suele determinar su composición. Por ejemplo, el polvo de la casa puede tener más células de la piel, mientras que el de tu auto puede contener más residuos del pavimento.
Es obvio que el polvo interior tiene componentes diferentes al del polvo externo, pero los efectos de ambos son los mismos. Algo de polvo al aire libre viene del espacio exterior: flota alrededor del planeta antes de aterrizar e instalarse en tu vestidor.
De hecho, el polvo puede contener cualquier cantidad de partículas, sin importar el misterio de sus orígenes. En resumen, contiene cualquier cosa que pueda descomponerse en partículas muy pequeñas que las corrientes de aire puedan mover.
Y, dado que las corrientes de aire son lo bastante fuertes como para mover objetos físicos, el contenido del polvo puede ser una incógnita.
El polvo puede contener cosas tan heterogéneas como suciedad, granos de polen, moho, hongos, células muertas de la piel, pelo humano, escombros pulverizados, pelusa de alfombras y ropa.
En términos generales, el polvo puede contener cosas tan heterogéneas como suciedad, granos de polen, moho, hongos, células muertas de la piel, pelo humano, escombros pulverizados, pelusa de alfombras y ropa, ceniza (si eres fumador), heces y parásitos.
Si miras aquí y allá en tu casa, podrías ser capaz de predecir los orígenes del polvo que limpias. De hecho, los componentes exactos del polvo pueden variar de una casa a otra.
Por desgracia, las partículas de polvo siempre caen de las personas y los objetos, por lo que es casi imposible eliminarlas por completo del entorno. No es de extrañar que las empresas de artículos de limpieza gasten tanto en promocionar sus productos.
Ahora que sabes la respuesta a “¿qué es el polvo?”, continúa buscando algunas maneras de reducir su presencia.
Polvo eres…
Mantener el polvo bajo control en realidad no es tan difícil como parece. Pero no importa dónde vivas o cuán limpia esté tu casa: el polvo siempre será un problema y con él tendrás que lidiar.
El polvo es, en todos los aspectos, uno de los hechos desagradables de la vida. Combatirlo en tu espacio requiere algunas tácticas defensivas, comenzando por conocer algo sobre las áreas donde es más fácil que se acumule.
Algunos rincones de tu casa, automóvil u oficina son más proclives a ensuciarse que otros. Cuando le hagas una limpieza a fondo a tu espacio, asegúrate de revisar los siguientes lugares:
- En los equipos y accesorios electrónicos: televisores, estéreos, altavoces, madejas de cables, sistemas de videojuegos, etc.
- Dondequiera que haya telas o tejidos: tapicerías, colchones, almohadas, ropa de cama, cortinas, persianas, moquetas, etc.
- En las superficies de madera: mesas, estanterías, consolas, etc.
- En tu decoración: marcos de cuadros, figuras de adorno, juguetes de peluche, etc.
- En otros accesorios: alféizares de ventanas, puertas, grifos, manijas, etc.
- En tus electrodomésticos: horno de microondas, refrigerador (en particular en la parte superior), tostador, etc.
- En otros dispositivos: teléfono celular, computadora, lámparas, controles remotos, etc.
Recuerda además que el correcto aislamiento de tu casa puede atrapar partículas de polvo y evitar que circulen a través del sistema de ventilación.
Cuando limpies tus espacios, asegúrate de concentrarte en esas áreas. Recuerda además que el correcto aislamiento de tu casa puede atrapar partículas de polvo y evitar que circulen a través del sistema de ventilación.
No importa lo meticuloso(a) que seas en el cuidado de tu casa, el polvo siempre encontrará el camino para ser parte de tu vida.
También puedes notar que algunas habitaciones se vuelven se llenan de polvo más que otras. Entras y de repente tus ojos se ponen llorosos y tu nariz empieza a gotear.
Mucha gente tiene la misma reacción al polvo, así que si experimentas estos síntomas, es más probable que el problema sea la cantidad de polvo en tu espacio y no un signo de alergias.
Consejos para hacer frente al problema del polvo
Deshacerte del polvo en tu casa requiere una serie de acciones:
- Cambia tu ropa de cama con frecuencia.
- Elimina el desorden de las superficies y los pisos.
- Quita las alfombras y los tapetes del piso.
- Usa un purificador de aire para el polvo para controlar su presencia.
- Mantén los armarios ordenados y organizados.
- Barre o pasa la aspiradora con regularidad.
La realidad es que la batalla contra las pelusas del polvo es una historia sin fin. Pero en definitiva, es mucho lo que puedes hacer para que dejen de incordiarte.